Sobre mi recuperación y la elección a Director de Sede

Estimados compañeros (profesores, funcionarios y estudiantes)

Cómo cambia la perspectiva de las cosas luego de un evento como el que he vivido!!!! Tener 15 mil plaquetas suena como algo trivial en los oídos de las personas comunes como yo, pero para los de un médico entrenado, resulta ser una situación de alarma total. Con esa cantidad de plaquetas en la sangre se está a punto de colapsar.

Bueno esa fue la historia mía el fin de semana. Debo reconocer que hoy mi integridad física (apariencia general) es bastante buena y esto se lo debo al Dr. Hidalgo en primer lugar, pues luego de consultarle por segunda vez por una fiebre recurrente y necia durante la semana pasada, encendió sus cientos de horas de entrenamiento y me indicó que me hiciera un examen denominado hemograma y que el notificara si tenía algo raro. El hemograma lo pagué a hacer en C. Quesada y solo llamaba la atención que tenía 97 mil plaquetas y que al lado derecho decía que lo mínimo debe ser 150 mil.

Como el resultado lo tuve el viernes un poco después de las 4 pm y don Alvaro ya había salido del trabajo, llamé a mi hermano, que es médico en San Ramón. Le conté y me dijo que repitiera para el sábado temprano el mismo examen. Una vez repetido la sorpresa fue que las plaquetas se habían caído a 29 mil. Con esto mi hermano me indicó que me fuera para donde el porque me tenía que internar de inmediato. Ya para la tarde, internado, otro examen arrojó 21 mil plaquetas y para el domingo en la mañana solo tenía 15 mil y un ultrasonido arrojó que tenía líquido libre en la cavidad pélvica o sea se me había iniciado el proceso de derrumbe de los sistemas. No se en qué momento, pero cuando me percaté estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital San Juan de Dios y un grupo de médicos y abnegadas enfermeras y enfermeros hacían todo lo posible para que no se me derrumbara más. Al final del domingo tenían un diagnóstico, dengue hemorrágico, pero ya estabilizado. El lunes estaba en 21 y hoy, que me dejaron venir para la casa, ya estoy en 86 mil, lejos todavía de estar repuesto, pero fuerte y de buen semblante para reiniciar las mil batallas que sigo deseando librar.

Durante estos días en la UCI y tratando de cumplir cabalmente la tarea de comerme todo que me encomendó una enfermera de figura recia y voz firme,  tuve mucho tiempo de reflexionar sobre lo vivido, la suerte de seguirlo y sobre todo la gran posibilidad de emprender nuevos caminos.

Medité lógicamente en la elección y lo extraordinario de las nuevas que me daba mi esposa, cuando me contaba que la estafeta de brindarle a la Sede un nuevo camino no había quedado en el suelo, pues un grupo grande y nutrido de compañeros la habían recogido y ahora la enarbolaban pidiendo el voto de todos a mi favor.

Por eso ahora estoy más claro y comprometido con la idea de que lo primero que debe hacer el Director de Sede es recomponer el clima organizacional de este Campus, porque detrás de ese clima están las personas y sus relaciones. Este nuevo clima se forma con liderazgo y confianza, y sobre el se podrán trazar el rumbo y las distancias a recorrer para proyectar a la Sede en un nuevo proyecto de desarrollo, basado en la Ciencia y la Tecnología pero sobre todo forjado democráticamente.

Ruego que me disculpen todos aquellos con los que no pude hablar directamente para pedirles el voto para esta nueva posibilidad de soñar en la Sede Regional. Fue lo que jamás quise que pasara, pero les puedo prometer que si me consideran y votan por esta persona, no cejaré en mi empeño de conversar con cada uno de ustedes, porque nos merecemos esta oportunidad y porque la tendremos que construir entre todos, desde el Señor Rector, Dr. Julio Calvo, pasando por los miembros del CI, pasando por los compañeros que han dejado sus mejores años invertidos aquí y llegando a aquellos, que con poco de estar en la Sede, ya se ven con la responsabilidad del alfarero con arcilla en la mano, teniendo que pensar en la forma que deberá tener para que sea útil en los años venideros.

Mil gracias a todos por su comprensión, sus oraciones y empeños. El País nos necesita. Construyamos este nuevo camino para la Sede Regional.