Nota para Julio Calvo y bienvenida a Luis Paulino Méndez

Estimados Luis y Julio

Ayer era imposible para mi ir a Cartago para estar en la ceremonia de juramentación como Rector de Luis y hoy, a pesar de que tenía planeado ir a Curridabat y pretendía subir a Cartago para verlos, la prudencia me impide viajar de San Carlos a Cartago, dado el angustiante momento de este País.
Quería despedirme de Julio en su último día como Rector. Creo que era meritorio hacerlo en persona, pero ni modo, lo hago de esta forma. Por esto debo reconocer en esta nota todo el apoyo que tuve en su gestión de Rector, que fue mucho y fue sobre todo importante para el logro de los objetivos a alcanzar en la región por medio la Sede de San Carlos, El lunar, para mi criterio, fue que no me ayudara a parar la degradación que se hizo de la figura de Sede a la de campus que se inventaron al final algunas personas, de las que me quedé si entender cuales fueron sus móviles. Pero bueno, la historia dirá si eso afectará mucho o poco a los diferentes recintos que operan fuera de Cartago y sobre todo el logro de los objetivos para el desarrollo de las regiones. Por lo demás el proceso durante el que compartimos gestión fue bueno y los resultados, aunque no lo reconociera la «sede» en la última votación, fueron excelentes para la región y como fue para la región cuesta que los entiendan y reconozcan, porque un grupo de votantes, por pasión u olvido de lo fundamental, solo recuerda muy bien lo que fortalece la condición de ser el fin el si mismos. Se que durante el tiempo que trabajamos juntos, todos los que estuvimos en la administración, teníamos claro que ni el Instituto y menos la «sede» eran el objetivo a favorecer, en su lugar eran el país y la región. El Instituto al servicio de y no por su beneficio.
Supe que el día en que se inició la dirección del campus de San Carlos, Julio, en su discurso, hizo una alusión a mi  persona y lo supe porque algunos amigos que estuvieron presentes lo vieron como una deferencia que los satisfacía e incluso ese mismo día me llamaron telefónicamente a decírmelo. Agradezco sobremanera tal gesto. Para lo que viene, mis parabienes para la nueva etapa que desarrollará como exrector del Tec.
Para Luis, que reto le queda en las manos. Está tan difícil todo y el ambiente es tan pesimista que solo siendo muy valiente se puede asumir tal desafío, y más dado el conocimiento de la situación que posee, pues Luis asume como Rector luego de ocho años exitosos como Vicerrector de Docencia. No se puede más que agradecer a alguien tal gesto a pesar de que sabe que se metió a un camino que es un calvario  y más cuando sabemos que si hay algún provecho personal será el recuerdo del deber cumplido que se tendrá ya en la vejes. Mi felicitación y agradecimiento por tanta valentía y coraje. Solo puedo externarle una recomendación que espero de algo sirva: no ceder los principios. Quedo a las órdenes de Luis si en algún momento piensa que puedo ayudar, con la estricta condición de que sea ad honoren.
Por favor externen mi agradecimiento a todos los vicerrectores y colaboradores de la Rectoría, los cuales aprecio, y siempre tendré en mente todo el apoyo y colaboración que me ofrecieron en mi gestión como director de San Carlos.

Gracias compañeros a los dos y espero que juntos recordemos con orgullo el deber cumplido cuando los años sumen y nuestra mente divague en el mar de recuerdo que llegarán a nuestra mente cuando oigamos o veamos la palabra TEC.


Edgardo Vargas