Ayer expliqué porqué y para qué se usan los drones en la agricultura. En las respuestas al comentario por redes sociales, puede ver que mucha gente entendió que la agricultura moderna ya no va a ser aquella donde uno hombres se levantaban al alba y salen de sus casa con sus alimentos en una mochila, un machete al cinto y una pala a hombro, al estilo del «Sitio de las abras«. Esa agricultura ya había sido totalmente superada 20 años antes de terminar le siglo XX.
Sin embargo al llegar el final de las dos primeras décadas de siglo XXI, la agricultura de final del siglo XX e inicios del siglo XXI también terminó. La agricultura que está consolidándose es la que está dentro de lo que algunos llaman la 4ta Revolución Industrial o como lo expresa una publicación del MEP, la Industria 4.0. Pero qué caracteriza la Industria 4.0, pues según Jeremy Rifkin (haciendo un resumen muy fuerte y por ello pecar de simplista) es el uso intensivo del conocimiento y con ello cambios sustanciales en el modo de producción, donde las formas de trabajo y la formación para este se transformó radicalmente.
Para producir el conocimiento disruptivo que convertirá la producción de, por ejemplo, frijoles, en una actividad parte de la Industria 4.0 se necesitará partir de los conocimientos antiguos y tomar miles de gigabyts de datos y crear, transformar y aplicar las tecnologías de la información para superar los conocimientos anteriores, mejorándolos o hasta cambiándolo por nuevos.
Uno de los instrumentos más interesantes y que despierta grandes expectativas son los drones. Los drones pueden sobrevolar cualquier campo a muy bajo costo. Antes de terminar el siglo XX se intentaba con helicópteros, pero su costo de operación se traía al traste todo. Por otro lado el avance en el procesamiento digital de imágenes hace que con fotografías en diferentes espectros se pueda capturar información inimaginable hace solo 40 años.
Ahora bien, se habla que 100 o 120 millones en compra de drones es una cantidad desmesurada, pero vean, con eso se va a equipar más de veinte colegios agropecuarios. Si ese dinero fuera para laboratorios de computadoras y si cada computadora costara 250 mil colones cada una, y se compraran 15 para cada colegio y la intensión fuera equipar 25 colegios, el monto que se ocuparía sería de 250 000 X 15 X 25 = 93 750 000. Noventa y tres millones de colones, ya una cifra similar a la que se está invirtiendo en drones. Para una red de 15 computadoras se necesitan 15 servidores, entre otras cosas, por lo que llegar a los 150 millones sería muy fácil. Todavía faltaría pagar licencias de software, porque nadie usa software libre, lo que podría suponer 50 millones más, si se monta software especializado, no se, por ejemplo un software para información geográfica, que sería lo mínimo para que se pueda usar en agricultura o topografía.
Alcanzar nuevos estadíos en la educación técnica de Costa Rica es un desafío muy grande y más que el cambio es tan inmenso y además no espera, es ya o se fue el tren. Los esfuerzos que el MEP tiene que hacer son de mucha mayor magnitud, no solo la tímida compra de unos drones y menos en medio de uno de los presupuestos más grandes en educación que tienen los países de Centroamérica. No lo conozco, pero el de las universidades públicas es de más de 400 mil millones y creo, por lo que conocí cuando trabajé en una de ellas, esa cifra es como la 5ta o 6ta parte del dinero que se junta en el presupuesto del MEP.
Necesitamos drones, pero se necesita muchos más y quizás lo que más se necesite es una revolución cognoscitiva dentro del personal docente de nuestro sistema educativo, pues enseñar implica saber y el saber sobre esas tecnologías y nuevas formas de producción no se da por generación espontanea.
En conclusión, todos deseamos colarnos y aprovechar la revolución de la Industria 4.0 y debemos abordar lo que hay que hacer con decisión y fortaleza. Esto a nadie va a esperar.
Muy bien estimado Edgardo , muy atinada su explicación, creo que ha faltado mejor divulgación del tema, con mas acertividad, y en mejor tiempo, de forma previa a los acontecimientos, al menos por parte de las autoridades del MEP.
Marielos A