Elecciones Municipales: Cómo valorar mi cantón?

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Los pobladores que vivimos en un territorio, dígase país o cantón en nuestro caso, luego de siglos de luchas para lograr lo mejor para cada uno, llegamos a la práctica y civilizada idea de que lo fundamental era ponernos de acuerdo democráticamente sobre lo que queríamos para el grupo y para cada uno, y por esto se dictaron las constituciones políticas, acuerdos fundamentales o cartas magnas, para usar nombres más genérico. Por esto también se define un Estado y este debe procurar llevar a cabo el fin que los pobladores acordaron.

Al decir en la Constitución Política de Costa Rica que El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país, organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza, definimos que como grupo social que vivimos es este territorio tenemos esa visión, la de lograr el mayor bien para todos.

Pero ya en el siglo XXI, inundados de máquinas que pueden ir desde un solo aparato que calcule la suma del costo de los víveres que compramos en la pulpería y hasta que transmita en vivo lo que un poblador de Wuhan dice del «coronavirus», tenemos que poder medir objetivamente los niveles alcanzado de bienestar colectivo o individual.

Por otro lado ya expliqué que la evaluación que hace la Contraloría General de la República, que aunque es un buen logro, valora el trabajo del gobierno local en función de su tarea primordial, el cuido de la Hacienda Pública. Por eso lo que arroje este índice no se correlaciona en forma sustancial con el objetivo de lograr el mayor bienestar para los habitantes. Un índice mejor es el utilizado por MIDEPLAN, el Índice de Desarrollo Social, el cual da una idea del bienestar logrado en una localidad por sus pobladores pero sigue siendo parcial (no desarrollo esta idea, ni la de otros índices porque el tema es otro). Recuerdo sí que el valor logrado por el Cantón de San Carlos fueron para el 2013 de 40,60 y para el 2017 de 44,25. En los dos casos muy por debajo de San Ramón, Grecia o Zarcero y sí arriba de los otros cantones de la Región Huetar Norte.

Internacionalmente se han creado otros índices porque el objetivo de mayor bienestar no es único de nosotros. Así se creo el Indice de Desarrollo Humano (IDH) el cual considera muchas variables sociales y económicas.

Usando el IDH, como se ve en el mapa de la izquierda que publica la UCR y el PNUD, el País tiene, para el 2014, muy poco cantones con un nivel alto de desarrollo y muchos con un nivel medio bajo, dentro de los que está San Carlos.

El cuadro que se ve a la par del mapa es un resumen de la posición de los diferentes cantones del país y se resalta en amarillo al cantón de San Carlos, que está al límite del rango de medio bajo. En el 2010 el cantón tenía 0,717 y nos ponía en el lugar 54 y con el valor del 2014 se pasó a 0.749 que es el lugar 51. Ha habido un pequeño cambio positivo en el valor numérico y en la posición respecto a otros cantones.

El gráfico anterior (de mi construcción y usando la misma fuente citada) vemos una serie de datos desde el 2001 y hasta el 2014. San Carlos, línea amarilla, todo el tiempo ha estado por debajo de San Ramón. También se ve cómo el cantón de San Mateo partiendo de casi el mismo índice que San Carlos en el 2002, subió a 0,835. Pero sin embargo el IGM de San Ramón es de 67.36, el de San Mateo es de 63.81 y el de San Carlos es de 92.95. Por esto se puede inferir que no hay una relación importante con los niveles de desarrollo de un cantón y los elementos que evalúa una entidad como la Contraloría y no porque ese índice creado por esta sea malo, si no porque este está inspirado en el cuido de la Hacienda Pública, como ya referí.

Por tanto el logro del objetivo de mayor bienestar a todos los habitantes se puede medir con sistemas de evaluación que ya se han creado, pero el índice de gestión municipal (IGM) no parece que se relacione mucho. Usarlo como argumento para decir que sí se aporta la bienestar logrando un buen IGM, es como decir que un familiar que vive en una misma casa, al tender la cama, por bien que lo haga, hace el mayor aporte al bienestar de toda la familia. Es cierto que aporta, pero solo hace lo mínimo que se espera.

Al final uno se puede preguntar si con las potestades que se le dan a la Municipalidad o si con el financiamiento que se otorga, realmente puede contribuir con un mayor bienes para los habitantes de la comunidad, sobre todo porque si hacemos un listado de elementos se puede pensar y usar como escusa, que tales son solo posibles de cambiar si el Gobierno Central ejecuta sus funciones. Pero no, resulta que aunque estas dos cosas estén en contra, la urgente necesidad de desarrollo, empleo, educación, salud, transporte, comunicación, etc, se debe encontrar formas para lograrlo. Si esto no se reconoce seguiremos enfrascados en lograr que la Contraloría esté contenta y escasamente lograr mayor bienestar.

Los planes de trabajo de los diferentes candidatos nos permitirían ver quienes están enfocados a un trabajo rutinario, que solo mantendrá la situación o hasta la empeorará y quienes se atreven a utilizar instrumentos como la descentralización que incentiva la  Ley General de transferencia de competencias del Poder Ejecutivo a las Municipalidades.