No me cansaré en señalar que nuestro acuerdo fundamental por el que se logra una convivencia pacífica y civilizada define que los instrumentos para regentarlo, o sea el Estado, tiene como fin lograr el mayor bienestar de todos los habitantes de esta república y que lo debe hacer por lo menos organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza.
Algo no estamos haciendo bien porque los titulares de toda la prensa que habla sobre cómo nos evaluamos o nos evalúan otros, dice que la desigualdad dentro del País va en aumento y que las regiones rurales son las más afectadas. La Gran Área Metropolitana por lo menos tiene fenómenos que suavisan este hecho, pero en las regiones como la Huetar Atlántica o Huetar Norte, y cualquier de las otras, los datos son más que reveladores. No se ha hecho lo necesario para cumplir con la visión de bienestar para todos o por lo menos para que la gente de la zona rural tenga una situación similar a la de la Región Central.
Una de las cosas que no se ha hecho bien y reitero, para lograr el mayor bienestar de todos, es el trabajo de los gobiernos locales, fenómeno que incide sustancialmente en la desigualdad.
Advierto que aunque no es exacto solo voy a presentar mi aporte por medio de los índices de pobreza y otros relacionados.
Arriba se presenta un gráfico (Datos tomados del Estado de la Nación) que contrasta la pobreza total del País en azul, que oscila aproximadamente entre 20 y 21%, la presentada en la Región Central en verde, la pobreza rural del País en rojo y la de la Región Huetar Norte en amarillo.
Lo primero que sobresale es que la pobreza total es inferior todos los años a la pobreza rural, en el último año la diferencia es de 4% en contra de lo rural. La pobreza de la Región Central es mucho más baja a la total, acercándose al 15% y para el último años tiene casi 8 puntos menos que la rural.
Fenómeno aparte es la pobreza de la Región Huetar Norte, primero porque era menor que la pobreza rural total hasta el año 2015 y después de ahí es más bien mayor y llega a 28.7% en el año 2018. La Región se ha debilitado.
En esto respaldo la afirmación anterior sobre los gobiernos locales, pero aclaro que no los estoy culpandolos porque cuando se sabe que solo reciben el 2.3% del presupuesto del Estado se debe ordenar lo que se cree sobre las actuales capacidades de esas entidades.
Además saltan otros datos como que en San Carlos, cuyo territorio es de 3347.98 km², tuvo para el 2018 un ingreso de 23.459.307.440,17, lo que da que se pueden invertir 7007 mil (7 007 000) colones por metro cuadrado, en contraste en el cantón de San José con escasos 45 km² . La suma cuesta hasta decirla, su presupuesto de ingresos total fue de 81.865.362.314,89 para el 2018 y por kilómetro cuadrado podría haber invertido más de mil ochocientos millones de colones.
Si lo vemos por habitantes resulta que el cantón de San José tiene 237.491 votantes y San Carlos cuenta con 113.408 votantes, según el padrón electoral para el 2020. O sea San José tiene apenas un poco más de dos veces el número de votantes de San Carlos, pero tuvo casi 3,5 veces más ingresos totales en el presupuesto 2018.
Esta situación es similar cuando pensamos en otros cantones rurales, por ejemplo Upala tiene 1580.67 km² y sus ingresos totales del 2018 fueron 5.799.054.776,62 o Parrita con 3.217.777.560,10 y un área de 478.79 km².
Siempre se debe recordar cuando se discute este tema que las municipalidades tienen un presupuesto muy pequeño, tanto así que la municipalidad de San José, que debe tener el presupesto más alto de todas, tenía ingresos de casi 82 mil millones de colones y la universidad pública más grande del país tenía 404.644,05 de ingresos y las más pequeña tuvo 45.801,35, según lo publicado por la Contraloría para el año 2018.
Entonces las municipalidades tienen disparidades evidentes relacionadas con su ubicación rural o central, pero no es que las municipalidades del centro del País no sufren por la falta de recursos, solo que los habitantes de esas municipalidades tienen la suerte de que toda las institucionalidad de carácter nacional está ubicada en sus territorios y así tienen una mayor cobertura y respuestas de esas entidades.
Aquí es donde se cae a la dicotomía y paradoja de la Centralización y Descentalización. No profundizaré en esta temática, pero sí señalaré que el centralismo de este País es innegable y toda la descentralización que permitiría potenciar los territorios está totalmente determinada por la forma en que nuestro pensamiento imagina al Estado, o sea un estado centralizado.
Anteriormente cité la Ley General de transferencia de competencias del Poder Ejecutivo a las Municipalidades que en teoría ayudaría a robustecer la descentralización, siendo que son las municipalidades la principal estructura descentralizada del Estado. En ella se dice que se quiere hacer cumplir el artículo 170 de la Constitución y así transferir recursos del presupuesto de ingresos y gastos de la República y la titularidad de competencias administrativas del Poder Ejecutivo a los gobiernos locales.
Entonces conociendo esto, que lógicamente tiene límites, puedo regresar a lo que indicaba al final de la tercera nota de esta serie y que replanteo como sigue: las municipalidades tienen una serie de funciones asignadas en el Código Municipal, pero estas funciones no son su límite, más bien es lo que deben hacer como mínimo para lograr el mayor bienestar. Por eso valoro como fundamental que todos tengamos claro que la misión municipal no está limitada a esas exclusivas funciones y que el bien común, la organización y promoción de la producción, y reparto de la riqueza como se dijo en 1949 y que ahora hay que traducirlo como promoción del desarrollo económico local y combate de la desigualdad deben ir más allá. Limitarse a las funciones tradicionales nos lleva a mantener el estado de las cosas actuales.
Hay un trabajo de gran calidad técnica y ética que realizaron un grupo de personas de San Carlos con resultados muy apreciables. El trabajo lo han presentado de dos formas, en un sitio web cuya dirección es http://jaguardelplatanar.com/ y por medio de un streaming que tuve el el placer de escuchar. Este excelente trabajo se centró en analizar los 10 planes de trabajo de los partidos inscritos para la elección del 2 de febrero.
No se si en otro cantón del País se haya hecho un ejercicio como este, pero es tan bueno el aporte que espero que se diera en los 82 cantones y no solo en este. Deseo conocer otros esfuerzos iguales.
Por lo que ya definí en la primera nota de esta serie me voy a centrar en el análisis que se hace del plan del PAC. El análisis es agudo y exhaustivo y externa críticas sustantivas como la falta de mención a los derechos humanos. Sin embargo la leerlo se hacen algunas afirmaciones que requieren reconsiderarse a la luz de lo que he venido indicando.
Se señala sobre el plan en la dimensión económica que propone la dinamización de la economía a partir de la potenciación de los espacios de articulación ya existentes, aunque el reto principal reside en incorporar a los Concejos de Distrito y a la ADEZN en la fórmula. La idea es interesante, aunque su operacionalización la imaginamos compleja y requiere de un liderazgo fuerte desde la Municipalidad para acercar a todos estos actores y trabajar como equipo.
Hablando de la coordinación interinstitucional, o sea la coordinación con las unidades que están en el territorio de los entes estatales de carácter nacional se señala: se establece una reflexión de la necesidad de trabajo en equipo, identifica las tensiones que surgen de este tipo de acciones, la diversidad de actores e intereses que confluyen, cabe señalar que en este apartado, al igual que en el resto del documento de manera sutil se expresa una visión del cantón en un contexto región que aspira a construir un liderazgo que permita potenciar a la región, lo cual igualmente se puede considerar como un elemento diferenciador.
Sin embargo aunque se ve positivo que el candidato que propone el plan se compromete con el desarrollo económico, que visualice la coordinación con todos los entes estatales y platee metas más allá de las funciones convencionales asignadas a las municipalidades, también se dice que se plantea metas que corresponden a potestades institucionales, lo cual en algunos casos desconoce las posibilidades reales de estas para la ejecución, las cuales por mandato legal no pueden ser sustituidas por los gobiernos locales.
De las tres afirmaciones anteriores concuerdo con las dos primeras, sin embargo con la última no. Concuerdo con las dos primeras porque efectivamente, que un candidato pueda ver la importancia del desarrollo económico local como elemento de trabajo es porque conoce que debe lograr el mayor bienestar de la población y esto se alcanza solo si la economía tiene buenos resultados y que este desarrollo solo se puede lograr coordinado todo el aparataje del Estado a nivel local, pero además tiene que tener una visión regional, porque una porción del territorio como lo es el cantón es una invención administrativa, pero y para poner dos ejemplos, las grandes obras de infraestructura o la admiración de las cuencas no les importa esos límites artificiales, aún si es que del lado derecho del río es el cantón A y de izquierdo es el cantón B. Más bien el abordaje del desarrollo económico local tiene que entenderse más sobre estructura geográficas bastas, tal como la gran llanura Nor-Caribe de nuestro País.
Daba como ejemplo en alguna de mis clases que si se traza una línea férrea que recorra desde Sixaola y hasta un punto como Bahía Salinas, esta no tiene que subir ni a 200 msnm en ningún lado porque toda esa extensión es una gran llanura. Ese tipo de estructuras son las que se debe tener en mente para el desarrollo, pues las infraestructuras estratégicas, como lo sería un tren, tienen sentido solo a ese nivel. Las acciones deben ser a dos niveles primordiálmente, las exclusivamente cantonales y las de caracter intercantonal y esto requiere un líder para coordinar y una persona muy visionaria.
Ese lider y persona visionaria debe romper con el paradigma que hace que se afirme en el tercer párrafo que cito que en el plan se plantea metas que corresponden a potestades institucionales y que sigue diciendo las cuales por mandato legal no pueden ser sustituidas por los gobiernos locales. Primero es imperioso que todos los pobladores de las zonas rurales demos una lucha frontal por la descentralización, pero además ya hay una ley que lo propicia, como lo he citado, y que permite transferir recursos y competencias administrativas a los gobiernos locales.
Este tema tiene muchos más elementos a discutir pero no son posibles en esta nota. Después, en otra serie de publicaciones se puede abordar.
En conclusión, si se quiere realmente producir una mejora en el bienestar de los habitantes del cantón hay que cambiar radicalmente el enfoque de trabajo de la municipalidad, hacer un plan que aborde integralmente el desarrollo, coordinar con otras municipalidades ese desarrollo, realizar una evaluación de esa gestión considerando que mejora hay en el bienestar no solo en lo que es el manejo de la Hacienda Pública. Las acciones que incidan para lograr avances en el desarrollo y en la lucha contra la desigualdad deben trascender el rol tradicional de las municipalidades, si no lo que se logrará es mantener el estado actual de las cosas y los más sacrificados seguirán siendo los cantones rurales de nuestro País.
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