Manejar el contagio es crucial

Dado que ya tenemos cuatro meses de vivir con la pandemia en Costa Rica y casi siete meses de hacerlo en el orbe, que en el planeta hay más de 12 millones de casos, que siguen existiendo más de 4.5 millones de casos activos y no se ven decender, pero todavía más porque ya pasamos las 550 mil muertes (estos datos según https://www.worldometers.info/coronavirus/ , fecha de consulta 10 de julio del 2020, 8 am, en Costra Rica), podemos decir que ya tenemos experiencia para lidiar con el fenómeno. Todavía no la experiencia suficiente, pues sabemos cómo inicia y cómo se desarrolla, pero no sabemos todavía como se logra que termine, que es la fase que no hemos vivido, aunque podemos especular cómo se dará.

Lo que sí está claro es que la referencia inicial de que los cuerpos médicos eran la primera línea de combate del virus es totalmente errónea. La primera línea de combate, tal cual un ejército, es la gente que debe trabajar y por tanto se enfrenta cuerpo a cuerpo con el virus, todos juntos son, digamos, la infantería. Claro todos los ejércitos tienen en su infantería diversos grupos y uno de esos grupos es el contingente médico.

Esta metáfora sirve para entender que el contingente médico es valiosísimo, pero que la batalla y la guerra no la libran solo ellos, más bien lo hace y la puede ganar el conjunto de la infantería, en otras palabras la gente que debe trabajar, (los empresarios, el cuerpo médico, los cruzrojistas, los policías, los obreros, los agricultores, los maestros y hasta los políticos) para sostener las batallas que se extenderán por muchos meses más.

El vivir y soportar las condiciones de esta pandemia en estos casi siete meses nos deja experiencias como para poder afirmar que la misma puede extenderse hasta por 30 meses más y tal vez se pueda ver el final hasta diciembre del 2022.

La verdad es que antes no me atrevía a decir cuando podría ser el fin, primero por mi deseo (nada racional) de que esto durara 4 o 12 meses, pero además porque no tenía datos como para estimarlo creyendo que tenía alguna pequeña base objetiva, pero ahora y luego de estudiar mucho el fenómeno, sabemos que la inmunidad de rebaño, que al incio fue moda pensar en que se diera, es inalcanzable al corto plazo y los costos humanos serían tales que tanto el tejido social y el funcionamiento económico se derrumbarían en tal forma que nos llevaría a una nueva era de oscurantismo o hasta peor.

Por otra parte se pensó que el virus era una gripecita, pero la verdad es que el número de muertes sobrepasará cualquier otra causa de las que se miden mundiálmente. (ver comparación dinámica presentada en la figura 1)

Figura 1. Proyección dinámica de muertes por causas diversa en comparación con las causadas por el Covid-19. (Data and calculations are licensed under Creative Commons Attribution CC BY-SA 4.0 • *Except COVID, causes of death shown account for ~7% of global deaths annually For full methodology and sources see https://rpubs.com/tonynick/covid_bar_chart_race_1M)

Finalmente se piensa que el fin de la infección se podría dar cuando ya haya una vacuna, medicamento sobre el que se trabaja y que si diera todos los resultados que se desean, efectivamente podría hacer que se erradique y no solo que se pare esta enfermedad. Pero lo que se alcance con el desarrollo de las vacunas podría ser limitado y los resultados vayan desde un éxito total hasta a la peor desilusión planetaria. Así tomando la condición más optimista y por tanto se encuentren vacunas muy efectivas, todavía falta producirlas y distribuirlas. Sabemos que en el tiempo que dure producirlas y distribuirlas masivamente los más ricos tendrán acceso más rápido y los otros según sus posibilidades o según el altruismo que aflore en ese momento.

Por no me parece ser ni pesimista ni optimista cuando señalo 30 meses más.

El otro aprendizaje que hemos tenido de estos meses de pandemia es que el fenómeno es sumamente dinámico. Todo lo social es dinámico pero en este caso es multiplicado por el fenómeno. El factor multiplicador es el dinamismo del contagio que varía en forma aleatoria y aprovechando con gran oportunismo las condiciones que propicia la interacción social. A alguien le oí decir que el evento era tan dinámico que solo se necesitó un primer caso para que meses después se arrodillaran a las superpotencias y para que tengamos más de 12 millones de contagios en todo el orbe.

A mucha gente le cuesta ver que todos estamos en el mismo barco y que las acciones inmediatas tendrán repercusiones varios días después. Por eso en una publicación anterior decía que estábamos en un barco que fue impactado por una bomba especial que hizo unos agujero del tamaño del dedo índice, pero tantos como para que haya uno para cada persona que va en el barco.

Amplío la historia:

El barco no quedó estructuralmente comprometido, por eso sí cada persona tapa con su índice su respectivo agujero sería fácil llegar a puerto y repararlo para seguir la travesía. El asunto va a ser de disciplina e información, pero además de empatía.

El capitán solicita a la tripulación que informe de tal evento a todos los pasajeros. Las personas se deben colocar en su lugar para tapar su respectivo agujero con su dedo índice. A la vez el capitán debe planear cómo hacer para que las personas puedan durar en su posición y atender a los que se cansan, a los que se enfermen, a los que necesitan comer y hasta ir al servicio sanitario, pues sabe que el puerto esta muy lejos y muchos tendrán que dejar su lugar por ello, pero que no podrían ser muchos al mismo tiempo, pues las bombas de achique tienen una capacidad máxima y si se sobrepasa se puede zozobrar.

Parece fácil llegar a puerto, pero resulta que hay pasajeros y tripulantes que no creen que el barco no tiene problemas estructurales y quieren tirarse al mar cogiendo botes salvavidas, pero que son insuficientes como en el Titanic. También están los que no tienen compromiso y hasta se van de fiesta a escondidas.

En fin, en el trayecto el capitán, la tripulación y la mayoría de los pasajeros ven como el barco empieza a hacer agua a pesar de las instrucciones y los planes que atienden a personas según lo previsto. Muchos no quitan su dedo y más bien logran poner los otros nueve para que algunos descansen o sean atendidos o reemplazan a los que abandonan su posición.

El barco sigue y aunque ha avanzado un poco en dirección a puerto, los ingenieros de máquinas le dicen al capitán que en una sección está entrando mucha agua. Algunos que no están en el puesto y que solo andan tomándose selfies empiezan a gritar que el capitán no dio las instrucciones correctas o que no las dio a tiempo, que no midió bien los cansancios, otros más bien han analizado cómo se pueden poner sellos para que muchos puedan descansar sin que entre más agua. La situación parece de caos, pero lo que se necesita es empatía y disciplina.

Bueno, el cuento no puede avanzar de aquí porque no se tienen los elementos para configurarlo según la realidad que vivimos.

La figura 2 muestra las curvas de regresión que encuentro que más se adaptan a lo vivido en el país.

Como se puede observar las escala de la izquierda es para los casos acumulados y la de la derecha es para los casos por día. El último dato de casos por día fue de 649.

En azul se puede observar la curva para el total de contagio o casos acumulados. Además en gris se observa la primera fase de contagios diarios, en verde la fase segunda donde los casos rondaron los 5 o 10 casos y en rojo la nueva fase que es exponencial. Hoy, día 127 de pandemia en Costa Rica, la gráfica nos acerca a los 700 casos diarios y para mal, al día 130, la gráfica muestra más de 1500 casos diarios. Horroroso! Por eso deseo que la extrapolación con el gráfico sea absolutamente equivocada.

Mi conclusión es que ahora hay que aplanar o desacelerar la curva y eso se hace solo sumando los esfuerzos, reforzando lo que no esté bien, construyendo y uniendo los propósitos. Ayudando!!!!

Como el agua ya entró y hay secciones haciendo más, tomará tiempo parar esa entrada y sacarla, pero nada hacemos recriminando o saltando a los botes salvavidas. Antes hay que preguntarse cómo aporto a la solución y hacerlo, pues no se podrá dejar de trabajar aunque se limite temporalmente, tampoco se podrá parar la entrada de agua y por eso el sistema de salud (los hospitales y el personal) que funciona como las máquinas de achicar y el personal de que las maneja, debe protegerse y hasta ampliarse. Pero reitero, lo principal es el aporte que daremos como parte de esta infantería.

Larga vida y prosperidad!